Intendente Ustarroz participó del tradicional Tedeum en Catedral Basílica presidido por el Arzobispo Scheining

El jefe comunal, Dr Juan I. Ustarroz, acompañó junto a funcionarios el tradicional Tedeum en Catedral Basílica en el marco del 214 aniversario de la Revolución de Mayo. El intendente entregó placa en conmemoración del 90 aniversario de la creación de la Diócesis Mercedes luego convertida en Arquidiócesis Mercedes – Luján El arzobispo metropolitano de Mercedes Luján, +Jorge Eduardo Scheinig, presidió la tradicional celebración del Te Deum en Acción de Gracias.
Ustarroz estuvo acompañado de funcionarios, como Clara Zunino, David Valerga, José Pisano, la presidenta del concejo Mariana San Martín, Jimena Rivas, Agustín Cotessi, Esteban Buzzalino, Martín Boragno, también acompañó el ex intendente Carlos Selva, entre otros y otras.
+Jorge Eduardo Scheining expuso, entre otros conceptos, que:
“(…) la pobreza no es una situación macro-económica ni un problema ideológico, no es un numero frio para publicitar en los diarios o las redes sociales. Los pobres son personas que desde hace décadas vienen perdiendo el trabajo, el oficio, el sustento, y también la cultura del trabajo que se trasmite de generación en generación. Los pobres, son personas que hoy no tienen trabajo. Es una pobreza que clama al cielo como un grito lacerante que nos rompe el corazón todos los días”.
“La historia es aprendizaje. Animémonos a aprender de lo vivido con esperanza. Hagámoslo mirando y caminando hacia adelante, con la historia en nuestras espaldas, pero miremos hacia adelante, con sentido de futuro y con compromiso de hermanos”.
“Nos necesitamos. Todos nos necesitamos, porque ninguna Nación podría crecer sin otras, ningún privado sin otros, ningún grupo sin otros grupos, ninguna familia sin otras familias. No existe la mínima posibilidad de vivir sin los otros. No es posible re-construir una Nación desde un individualismo cultural, social o económico. Semejante individualismo, sería una clara manifestación de un proyecto egoísta que se centra en una mirada parcializada del yo y de lo privado, y que tiene como destino la muerte tanto de la persona, como de la  Nación. Los egoístas de la parábola siguen de largo frente a los hermanos, son indiferentes y la historia no les dedica ni un párrafo”.
“Pero, “todos estamos en la misma barca” y “nadie se salva solo”, es por este motivo que me animo a expresar la necesidad de “una mística de la fraternidad” que nos ayude a reencontrarnos para trabajar juntos en todos los desafíos que tenemos por delante. Para tal mística de la fraternidad, considero que hay dos actitudes básicas pero fundamentales: la sensibilidad hacia el otro y; siempre buscar hacer el bien”.
“Necesitamos reconstruir la Argentina desde una profunda sensibilidad hacia los otros con los que compartimos la misma tierra y los mismos sueños. Todo comienza en el propio corazón que es la fuente de toda transformación social”.
El Tedeum de este año, además de conmemorar el aniversario del 25 de mayo de 2024, fue una importante ocasión por los 90 años de la Diócesis.
Al finalizar, expresó que “Da esperanza ocuparnos desde abajo y de apoco, especialmente con los jóvenes, para hacer un proyecto de Nación que con una profunda sensibilidad hacia los otros y buscando hacer siempre el bien, nos dé la posibilidad de construir una Patria de hermanos en la que nadie se quede afuera y todos, absolutamente todos, tengamos un lugar”, sostuvo +Jorge Eduardo Scheinig.

Arquidiócesis Mercedes Luján peregrinó a los pies de María de Luján

Como Iglesia arquidiocesana de Mercedes Luján, este domingo en el que junto a la Iglesia universal celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor,  nos hemos encontrado para peregrinar a la casa de nuestra Madre de Luján y poner bajo su mirada y cuidado la misión de nuestra querida Iglesia peregrina.
La ocasión es también una oportunidad para encontrarnos, reflexionar, celebrar juntos y compartir en torno a María de Luján. La jornada comenzó por la mañana en el Colegio Nuestra Señora de Luján – Hermanos Maristas, con las palabras de bienvenida por parte de nuestro padre obispo Jorge Eduardo y una reflexión conjunta.
El bloque de la mañana contó con la cálida animación por parte de la Pastoral Juvenil y los equipos pastorales, guiado este momento por el padre Sebastián Ríos.
Luego del almuerzo fraterno, iniciamos la peregrinación hacia el Santuario de Luján para rezar a los pies de María de Luján y celebrar juntos la Eucaristía que presidió el nuestro arzobispo Jorge Eduardo y que concelebro el obispo auxiliar Mauricio Landra junto a sacerdotes de distintas comunidades y toda nuestra Iglesia Arquidiocesana.
Con mucha alegría y emoción vivimos la peregrinación, caminando juntos como Iglesia Particular, viviendo esta nueva experiencia sinodal a la que se nos anima en cada acción.
Al final de la Eucaristía, el Padre Obispo Jorge Eduardo bendijo las comunidades presentes y a todo el Pueblo fiel de Dios que visitó este día la casa de la Virgen de Luján, patrona de la Argentina y junto a Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de nuestra arquidiócesis.
En un tramo de su homilía, el Arzobispo Mons. Jorge Eduardo expresó: «Es verdad que también tenemos la esperanza que las cosas cambien para bien. ¿Cómo no tenerla? Claro que esperamos que haya trabajo, que no  tengamos un país sumergido en la pobreza, que nuestros niños y abuelos vivan con dignidad, que los jóvenes tengan oportunidades, que todos los argentinos tengan un buen pasar. Aún más, esperamos que no haya corrupción, que haya solidaridad, justicia social, que se trabaje por el Bien Común y que de verdad se luche contra las  adicciones y el narcotráfico. Pero esperamos mucho más, que salgamos de la decadencia moral y ética en la que estamos, que se viva en la verdad y no en la mentira, que haya un orden justo y no de tanta injusticia, que el amor y la generosidad sean parte de la vida cotidiana y no el egoísmo y el individualismo.»
«Tener en el corazón el don de esta Esperanza grande, nos ayuda a superar todas las frustraciones que vienen con las contradicciones y con el mismo pecado. Claro que entiendo los enojos, las tristezas y dolores por los fracasos que nos toca vivir. Pero la Esperanza infunde en nosotros una Luz y una Fuerza que nos ayuda a levantarnos una y otra vez para seguir caminando. Esperamos por supuesto vivir en una mejor argentina, con una mejor política, una mejor economía y una mejor sociedad, pero nosotros esperamos mucho más. Todo esto que es fundamental, no nos alcanza, esperamos mucho más, esperamos “un cielo nuevo y una tierra nueva”. Y tenemos la certeza que esto ya lo alcanzó Jesucristo y lo alcanzó para nosotros. Tenemos un “ancla” en el cielo, Jesús es el ancla que ha fijado nuestra vida hacia Dios y para Dios. Allá vamos y eso no lo detiene nadie. »

Mons. Scheining nos habla.

«Lo que quiero decir, es que, en estos tiempos históricos y culturales, que también se dan aquí entre nosotros los argentinos, aparecen formas de vida atravesadas por un profundo individualismo, por una priorización del yo por sobre el nosotros, del bien individual por sobre el Bien Común y la justicia social, por un sálvese quien pueda por encima de una solidaridad afectiva y efectiva. Entonces, ser diáconos del Señor es estar en contra de esa corriente, e intentar con la palabra, los gestos y la propia vida, ser signos de otra manera de entender, de ser, de hacer y de estar en la vida.

«En ocasión de celebrar la misa de ordenación en la Basílica de Luján de tres nuevos diáconos para la Iglesia particular de Mercedes Luján, el Arzobispo de la misma Monseñor Jorge Eduardo Scheining tuvo palabras de aliento y compromiso para con los futuros sacerdotres. Aquí transcribimos la totalidad de la homilía pronunciada.-

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Padre Obispo Jorge Eduardo: Reflexiones de Pascua

El titular de la Arquidiócesis de Mercedes Luján presidión los solemnes oficios de Semana Santa en la vecina localidad de Junín, ciudad perteneciente al mapa geográfiico de la misma.-

En esta oportunidad la conmemoración de la comunidad católica de Junín estuvo acompañada por el Arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig.-

Jorge Eduardo presidió la misa de la última cena el jueves, a las 19, en la Parroquia San José, y el viernes estuvo confesando en la Iglesia San Ignacio durante la mañana.

En la Semana Santa Junín recibió la especial visita del Obispo, quien además fue parte de la celebración de la Pasión y Adoración de la Santa Cruz en San Ignacio, y participó de un Vía Crucis, desde la Parroquia San Francisco de Asís y hasta la explanada de los Colegios Normal-Nacional, yendo por Rivadavia y avenida San Martín.

El Arzobispo también estuvo el sábado en la Parroquia Sagrado Corazón de Villa Belgrano, celebrando la Vigilia Pascual y el domingo en la Capilla San Cayetano al frente de la Misa de Pascua de Resurrección.

En las distintas ceremonias se puede apreciar el grado de acompañamiento de la comunidad católica en una fecha tan cara a los sentimientos de los fieles.

Asimismo, en horas de la tarde noche del Domingo de Resurrección celebró la Santa Misa en la Iglesia Catedral de Mercedes acompañado por el Rector del Seminario Padre Lucas Jerez.-

En sus homilias, el Arzobispo dijo algunos conceptos que compartimos a continuación:

«La pobreza es algo crónico, escandaloso, difícil. Si bien tenemos que mirar para adelante, también tenemos que mirar para atrás con capacidad de autocrítica y análisis.-»

«En la causa de la pobreza están presentes la corrupción, las malas políticas, el haber privilegiado el bien personal por sobre el bien común.»

«Todos (empresarios, políticos, sindicalistas, religiosos, etc.), no supimos hacer un proceso social donde el bien común estuviera por encima de todo.»

«Debemos enamorarnos de la Patria, tenemos que recuperar el sentido de Patria. Hacerla nuestra.»

«Dar la vida no es solo morir por los demás. Dar la vida es también priorizar al otro cada día.»

«El desafío es ver los signos de Jesús en la vida cotidiana. Dios está vivo entre nosotros, haciéndonos fuertes para dar trato humano a personas en situación de vulnerabilidad.»

«Debemos ser capaces de tener una fe viva, sin fanatismos. Que animemos la fe de otros: ayudar a los demás a que vean que Dios está presente en nuestra vida cotidiana.»

Fuente: Equipo Arquidiocesano de Comunicación.-

El Arzobispo Jorge Eduardo Scheinig ofició el Tedeum del 25 de mayo en la Iglesia Catedral de Mercedes

El tradicional Tedeum del 25 de mayo se celebró en la Catedral Basílica Nuestra Señora de las Mercedes. El encuentro se realizó tras el acto central por el 25 de mayo compartido en el Teatro Argentino. 

Contó con una amplia asistencia de vecinos y vecinas que se dirigieron directamente desde el Teatro tras las intervenciones vivida en el acto patrio. 

El arzobispo +Jorge Eduardo Scheinig, presidió la celebración del Te Deum. 

Entre otros conceptos vertidos por su excelencia se encuentran las siguientes afirmaciones: 

  • No cabe la menor duda que el voto es un gesto, una acción fundamental porque pone en juego nuestra libertad y capacidad de decisión colectiva. Pero todos sabemos que no alcanza. Hacen falta gestos de máxima magnanimidad, desinterés y generosidad. 
  • Es absolutamente necesario que todas las dirigencias del país: la política, la social, la empresarial, la sindical, la religiosa, todos, tengamos gestos concretísimos de diálogo. Los que toman decisiones que afectan a todos, deben sentarse a dialogar para buscar acuerdos fundamentales y políticas de Estado que perduren en el tiempo, y lograr de esta manera las transformaciones necesarias. Debemos acabar con el tiempo de los grupos encerrados, alejados de la realidad; de los insultos; de los enemigos. Se debe terminar con la incapacidad para negociar políticamente y acordar. Si nos cuesta bajarnos del caballo, deberíamos pensar y más aún, deberíamos sentir en el corazón el dolor que genera la enorme mayoría de niñas y niños pobres que tienen sus vidas rotas y comprometidas para siempre. Es necesario dejar de mirarnos a nosotros mismos y mirar el rostro de esos niños y niñas. Y si mirando esos rostros no se generase conmoción interior, esa persona, no podría estar en el lugar de la responsabilidad y de la toma de decisiones que afectan a todos. La Patria necesita una dirigencia sin ataduras de ningún tipo; por el contrario, muy libres de cualquier negociado espurio, ilegítimo y corrompido, una dirigencia totalmente comprometida con hacer el bien, buscando la dignidad y el desarrollo integral de cada persona y de todo el pueblo. 
  • Todos los ciudadanos debemos revisar nuestros gestos para con la Patria. Nadie está exento de caer en ese individualismo diluyente que nos vuelve egoístas, mezquinos y desinteresados del otro. El individualismo no genera una libertad creativa que busca soluciones a los problemas comunes, por el contrario, busca sólo salvarse a sí mismo. El individualismo es insolidario. 
  • Pienso que todas y todos los jóvenes, posiblemente menos contaminados de tantos desencuentros, pueden encontrar una puerta de salida a este laberinto. Ellos no son el futuro, son el presente. Necesitamos confiar en ellos. Los adultos, debemos asumir que lejos de haber abierto puertas, por muchas razones, las hemos cerrado brutalmente, dejando en el presente una Patria herida